Benditos los pobres de Espíritu, cuando el Espíritu duerme.
Todos sabemos lo que está pasando. Lo sabemos todos y todos preferimos concentrarnos en nuestros pequeños asuntos privados y nacionales para no tener que pensar en la verdadera situación, cada vez más complicada y por cada vez más complicada más imprevisible. Los altos mandatarios juegan a la tranquilidad y eso es preocupante, sobre todo en unos momentos en los que nada es tranquilo. Los altos mandatarios juegan a los gestos de poder y eso es preocupante, sobre todo cuando se ha repetido hasta la saciedad la importancia del diálogo, de la comunicación, del trabajo en equipo. De repente la política se convierte en liderazgo individual. Es curioso, en los años 80 sucedió algo parecido en la moda. Parecía que las modelos eran la moda. Las grandes casas de Alta Costura las habían lanzado al estrellato en la esperanza de lograr incrementar las ganancias y no tardaron en comprender que las únicas beneficiadas de tal estrategia habían sido las modelos mismas. Fue Karl Lagerfeld, creo recorda...