Dios no juega a los dados
Llueve. Llueve sin cesar. Berlin es un sótano inundado. Sigue lloviendo. La
Energía Errante decide ir en busca de la bruja ciega. La encuentra cosiendo.
Contemplar a una bruja ciega enfrascada en algo tan visual como es la tarea de
la costura fascina a la Energía Errante. La escena, desde luego, pertenece al
ámbito del misterio y del encanto de lo incomprensible. La Bruja Ciega levanta
los ojos y sonrie a la Energía Errante cuando la descubre sentada en el
alféizar de la ventana por la que acaba de colarse. “Es importante creer en los
milagros”, comenta risueña sin descuidar sus puntadas. “No por los beneficios
que reportan a los hombres sino porque afirman la libertad de Dios”. Y acto
seguido clava cuidadosamente un alfiler en la tela. La Bruja Ciega cree que lo
clava, pero la Energía Errante sabe que lo suyo es simple puntería; que el
alfiler no es en realidad un alfiler sino un dardo que intenta penetrar en el
centro de la diana. El hecho de conseguirlo es todo un éxito. Pero ¿por qué la
Bruja Ciega habla de milagros?, se pregunta extrañada la Energía Errante.
Algunos días la Bruja Ciega suena a Chesterton... Y la Energía Errante
revolotea de un lado a otro intentando explicarse a cuánto de qué viene nombrar
a los milagros en un día de lluvia. Es verdad que la lluvia es un milagro. Un
bello milagro para las flores de su jardín, no cabe duda, piensa, que habían
quedado abandonadas a su suerte durante la ausencia de la Energía Errante
después de que ésta no hubiera encontrado a nadie dispuesto a regarlas en su
ausencia, por más que para algunos esa lluvia incontrolada e incontrolable
signifique una semana de calles inundadas y de recuerdos del pasado emergiendo
desde las profundidades, cual submarinos torpedeados, para navegar a la deriva
en el lago subterráneo en el que más de un sótano se ha convertido y la
insólita visita de un par de ranas chapoteando a su antojo. Pero salvo todo
esto y el hecho de que los alfileres de la Bruja Ciega dan siempre en el centro
de la diana, la Energía Errante no entiende a cuento de qué la Bruja Ciega se
interesa hoy por los milagros
Y la Bruja Ciega ríe aunque la Enegía Errante cree descubrir un cierto halo
de tristeza e incluso de amargura en su risa. “Ah”, dice, “los milagros afirman la
libertad de Dios y a nosotros nos libran de la predestinación”, explica. “Lutero
tuvo que echar mano del predeterminismo para asegurarse su libertad individual
y vencer de este modo a los otros individuos que pretendían arrebatársela. Más
que predestinación, lo que se encuentra en Lutero es un predeterminismo a
posteriori. El hombre es un caballo y sobre él va montado Dios o el Diablo,
pero hasta que no se encuentra frente al Altísimo no sabe a ciencia cierta quién de los dos es su jinete. Así que
mientras tanto únicamente tiene que fiarse de su libre conciencia.
Lamentablemente para Lutero, los otros le dicen: tú no ves quién va montado
sobre tí porque eres el caballo, pero nosotros sí vemos quién cabalga sobre tí:
el diablo. Y ahí se inicia nuevamente la lucha. El problema de la libertad fue
el talón de Aquiles de Lutero, como él mismo reconoció -hasta donde pudo reconocer- a Erasmo de Rotterdam.
No obstante y en cualquier caso nosotros habremos de admitir igualmente que Aquiles luchó valerosa y
noblemente, con independencia de su talón.”
La Energía Errante revolotea impaciente. La Energía Errante no sabe adónde
quiere ir a parar la Bruja Ciega. La Energía Errante no entiende, no entiende.
La Energía Errante se disfraza de torbellino y gira nerviosa hasta que se
tranquiliza. La Bruja Ciega continúa impertérrita su labor.
“Los hombres”, dice la Bruja Ciega, “buscan siempre un Primer Axioma. Lo
buscan con el mismo desesperado ardor con el que luchan por deshacerse de él en
cuanto lo han encontrado. Tal conducta es calificada por algunos como "locura",
por otros como "desgarro existencia"l y unos cuantos la definen como "dialéctica".
En cualquier caso, la denominación en este caso juega un papel irrelevante. Lo realmente esencial aquí es la actitud: la frenética fiebre por encontrar un Primer Axioma seguida de la fiebre frenética por deshacerse de él.
El Primer Axioma sustenta el mundo desde su primera piedra hasta su última, pero sobre todo, sustenta esa primera piedra sin la cual el edificio del conocimiento, del pensamiento, del sentimiento... en definitiva, del edificio humano, se vendría abajo. Al mismo tiempo sentar ese Primer Axioma significa quedar atrapado dentro de una específica línea jerárquica que se dibuja en una determinada dirección o como hoy se diría: dentro de una matrix. En este sentido, el Primer Axioma, en tanto que fija la dirección, ha de ir acompañado siempre de una determinada ortodoxia, que es la garante de que esa dirección se mantenga a fin de que el hombre no se pierda. En este sentido, el pecado es el alejamiento de esa línea directiva, preceptiva, o como quieras llamarla. La heterodoxia, la herejía, la insatisfacción, la rebeldía, el pensar diferente... pueden considerarse sinónimos de “pecado” en cuanto que representan un alejamiento de esa línea. Al principio los “pecadores” pueden ser “controlados” de formas distintas, pero llega un momento en que el número de “pecadores” ha crecido de tal modo que la estabilidad del edificio empieza a debilitarse y con él sus cimientos, o sea, el Primer Axioma.
En cualquier caso, la denominación en este caso juega un papel irrelevante. Lo realmente esencial aquí es la actitud: la frenética fiebre por encontrar un Primer Axioma seguida de la fiebre frenética por deshacerse de él.
El Primer Axioma sustenta el mundo desde su primera piedra hasta su última, pero sobre todo, sustenta esa primera piedra sin la cual el edificio del conocimiento, del pensamiento, del sentimiento... en definitiva, del edificio humano, se vendría abajo. Al mismo tiempo sentar ese Primer Axioma significa quedar atrapado dentro de una específica línea jerárquica que se dibuja en una determinada dirección o como hoy se diría: dentro de una matrix. En este sentido, el Primer Axioma, en tanto que fija la dirección, ha de ir acompañado siempre de una determinada ortodoxia, que es la garante de que esa dirección se mantenga a fin de que el hombre no se pierda. En este sentido, el pecado es el alejamiento de esa línea directiva, preceptiva, o como quieras llamarla. La heterodoxia, la herejía, la insatisfacción, la rebeldía, el pensar diferente... pueden considerarse sinónimos de “pecado” en cuanto que representan un alejamiento de esa línea. Al principio los “pecadores” pueden ser “controlados” de formas distintas, pero llega un momento en que el número de “pecadores” ha crecido de tal modo que la estabilidad del edificio empieza a debilitarse y con él sus cimientos, o sea, el Primer Axioma.
Dios ha sido tradicionalmente el Primer Axioma. Cuando el Primer Axioma Dios
se vino abajo, el Axioma Hombre tomó el relevo. Fue Nietzsche posiblemente el
primero en comprender la incapacidad del Hombre para convertirse en el Primer
Axioma que pretendía ser, entre otras cosas porque le faltaba la fuerza
necesaria para empuñar la espada de la libertad. La fragilidad del Primer
Axioma Hombre se confirmó con la aparición del Nihilismo, que también tiene su
Primer Axioma, no creas. El Primer Axioma del Nihilismo es, como su propio
nombre indica: la Nada.
El Problema: ¿cómo puede apoyar la Nada el edificio en el que reposa la vida y su significado? ¿Cómo puede sustentar algo la “Nada”?
No hay forma. Así pues, el individuo queda abandonado a su suerte y a su obligación de decidir: Voy por aquí, voy por allá. Lo crucial no es lo que se elige, lo elegido es indiferente puesto que viene apoyado por el Primer Axioma Nada, sino la elección. El hombre está abocado a elegir porque no es libre y el hecho de que esté obligado a elegir muestra la magnitud de las cadenas que le atan. La única posibilidad de deshacerse de su esclavitud es la Nada Absoluta, o sea: la Muerte. La Muerte se convierte así en la Libertad Absoluta.
El Problema: ¿cómo puede apoyar la Nada el edificio en el que reposa la vida y su significado? ¿Cómo puede sustentar algo la “Nada”?
No hay forma. Así pues, el individuo queda abandonado a su suerte y a su obligación de decidir: Voy por aquí, voy por allá. Lo crucial no es lo que se elige, lo elegido es indiferente puesto que viene apoyado por el Primer Axioma Nada, sino la elección. El hombre está abocado a elegir porque no es libre y el hecho de que esté obligado a elegir muestra la magnitud de las cadenas que le atan. La única posibilidad de deshacerse de su esclavitud es la Nada Absoluta, o sea: la Muerte. La Muerte se convierte así en la Libertad Absoluta.
Del Nihilismo lleva intentando salir el Hombre desde el mismo momento en el
que cayó en él. El Nihilismo se ha vislumbrado no como un laberinto, ni como un
túnel sino más bien como un agujero negro del que es imposible escapar. Algunos
se agarran aquí y allá, ascienden un par de metros, y vuelven a caer con todo
el peso de su cuerpo acompañados de magulladuras y malhumor. Después de la
frustrada y frustrante idea de que uno
crea su propia vida con el pensamiento y que por tanto este pensamiento creador
ha de ser positivo, - frustrada y frustrante porque ello supone encadenar al
individuo dos veces: al agujero, en el que ya está, y encima al mundo de la
fantasía desde el que resulta imposible discernir entre lo que “es”, lo que
queremos que sea, lo que parece ser, lo que los demás dicen que es y lo que los
demás quieren que sea. Como ya veremos, la prisión “Fantasía” es más compleja
de lo que pudiera pensarse a primera vista. De momento, en esta mazmorra “mi
opinión” se convierte en “mi verdad” y no hay más “verdad” que la que mis aliados determinan. El mainstream contra el mainstream, sin que ni uno ni otro
se preocupe por lo que “es”, ni siquiera por lo que aparece, sino por el número
de individuos que defienden la postura y perspectiva de su fracción. Son las
alianzas lo que importan. Incluso los argumentos dejan de tener sentido. ¿A
quién le interesa realmente los argumentos – dicen- cuando de lo que se trata
en realidad no es “demostrar” una verdad que justamente por ser “mi verdad”
ampliada a “nuestra verdad” no es necesario demostrar , entre otras cosas –dicen- porque las
demostraciones –dicen-se construyen a base de fakes –dicen- y por tanto lo
único esencial –dicen- es el “venderla” a cuántos más compradores mejor? Lo
importante pues son las frases slogan, las frases que venden, los análisis de
marketing, los niveles de audiencia.
En un marco así, las conferencias toman el tinte de un espectáculo, las
prédicas se convierten en show, el conocimiento adquiere formas y figuras
populistas, la cultura únicamente busca atraer y los géneros desaparecen. Poco
importa quién escribe un libro porque lo importante es la campaña publicitaria.
Lo mismo que decimos de un libro, decimos de una teoría.
Así están las cosas.
Y como las cosas están así, las cosas deciden salvar la libertad del Hombre
igual que Lutero pretendió salvar a la desesperada la suya individual: a la
desesperada.
El Primer Axioma Nada está
luchando en estos instantes contra el aspirante al trono “El Predeterminismo”.
En realidad lleva luchando desde hace tiempo y de las formas más curiosas.
Los candidatos a Primeros Axiomas Predeterminismo han sido variados. Desde “el hombre son sus
traumas”, “el hombre es lo que tiene”, “el hombre es lo que parece", “el
hombre “es” lo que sueña” convirtiendo de este modo a la Fantasía -como ya anticipé
la cárcel de la “Fantasía” es mucho más compleja de lo que parece- en Primer
Axioma-, hasta “el hombre es lo que come”, que no tiene nada que ver con la
idea de Feuerbach sino con la del culto al cuerpo....
Freud, Marx, el gurú de la esquina, el entrenador personal de enfrente, el
consejero dietético de al lado... todos ellos han servido para configurar el
nuevo Primer Axioma que llega: El predeterminismo.
Quién crea que este Predeterminismo tiene algo que ver con el Dios
religioso inicial, sea quien sea ese Dios religioso inicial, se confunde.
El Predeterminismo Social, el Predeterminismo Económico, el Predeterminismo
Darwiniano, el Predeterminismo genético... intentan reunirse bajo el Predeterminismo Científico. Si
el predeterminismo Científico no se ha impuesto todavía como Axioma primero es
por la sencilla razón de que el “Todo es Biología” lucha contra el “Todo es
Química” contra el “Todo es Física” , sin, no obstante, querer afimar “Todo es
Ciencia”. Y sin embargo, a nadie le pasa desapercibido que cuando se quiere
imponer una determinada idea como objetiva e incuestionable se apele a la
autoridad de la Ciencia: “Como los últimos ensayos científicos, afirman...”, “como
aseguran los últimos descubrimientos científicos...”, aseguran.
¿Y los accidentes?, pregunta la Energía Errante muy confusa.
“Predeterminados”, sonrie la Bruja Ciega. Incluso los "milagros" dejan de ser libres para pasar a estar predeterminados por la predeterminación.
“¿Y el gato de Schrödinger?” sigue preguntando la Energía Errante.
“Que contradiga las leyes de la mecánica fisica clásica no significa que
contradiga las de la cuántica”, explica la Bruja Ciega.
“¿Y...?”, quiere seguir preguntando la Energía Errante, “¿qué pasa con la
responsabilidad?” inquiere finalmente.
“A nivel general, irrelevante. A nivel social, cuantificable.”
La Energía Errante se deja caer en el alfeizar de la ventana y mira a través
del cristal.
El Predeterminismo ha llegado para quedarse, de eso no cabe la menor duda.
Incluso el proyecto de convertir a la Inteligencia Artificial en el próximo
parámetro por el cual se rija la humanidad está sustentado en el Axioma Primero Predeterminismo...
Sí. Los milagros son una gran cosa, piensa la Energía Errante.
“No te preocupes”, y la Bruja Ciega
lanza una sonrisa traviesa a la meditabunda Energía Errante, “Dios no juega a los dados... pero se
divierte viéndolos caer.”
Y de un tijeretazo la Bruja Ciega corta el hilo sobrante y acaba su costura.
La energía Errante.
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