El cumplimiento de una promesa

Y la Energía Errante se dirige a casa de la Bruja Ciega. La encuentra con su Estrella, como de costumbre. “Te esperaba” – saluda la Bruja Ciega a la Energía Errante al tiempo que la invita a pasar dentro de la acogedora aunque un tanto destartalada estancia.

“El problema no es Jorge”, afirma la Bruja Ciega mientras le sirve un café a la Energía Errante. “El problema es Paula.”

“¿Paula? ¿Por qué Paula?” pregunta atónita la Energía Errante, temiendo que la Bruja Ciega ignore realmente el asunto que le ha traído allí. “Es Jorge el que tiene que debe operarse.”

Y la Bruja Ciega rie no se sabe si bondadosa o burlamente. “La operación es el problema de Jorge no el de Paula”, intenta aclarar.

Pero la Energía Errante no acierta a entender, no consigue comprender, y por eso espera pacientemente a que la Bruja Ciega se eche un poco de leche en el café, le de un sorbo, lo saboree, cierre los ojos aspirando el aroma y vuelva a abrirlos para nuevamente concentrarse en la conversación.

“Querida”, dice la Bruja ciega, “El problema de Jorge es la operación. Jorge está aterrorizado ante la idea de meterse en quirófano, pasar un par de horas tumbado en una camilla rodeado de médicos y entubado hasta los pulmones, sin saber cuál va a ser el resultado final. Ese es el problema de Jorge. El problema de Paula es que por un lado se siente obligada a estar preocupada, a rezar por él, a llamarte a tí para que vengas a visitarme a mí en busca del oráculo de los dioses....” y la Bruja ciega rie sólo de pensar la ocurrencia de Paula Tierra “ no tanto por el oráculo sino por el sentimiento del cumplimiento del deber producto de la sensatez con la que ha deseado dirigir siempre sus asuntos terrenales...”

Y ahora sí que la Bruja Ciega rie de veras y su risa es una risa fuerte y plena y el café rie con ella e incluso la olla de sopa rie jocosamente.

“Estas mujeres equilibradas y sensatas terminan siempre, pero siempre siempre, siendo víctimas de su extremada racionalidad. La cosa no tiene remedio. Y lo peor es que Paula lo sabe y ése justamente es su problema. Ojalá no lo supiera. Pero lo sabe y el saber se ha convertido en su carga, en su piedra al cuello.”

Y vuelve a reir ¿o acaso llora?

“No entiendo nada”, musita la Energía Errante cada vez más perpleja.

Jorge se ha dedicado siempre a los asuntos importantes. Han sido los asuntos importantes los que han ocupado su existencia día tras día. Pero dime Energía Errante ¿qué son en realidad los asuntos importantes? ¿cuándo puede denominarse un asunto “asunto importante”? Asuntos importantes... Asunto importante ha sido su trabajo, la estabilidad económica, la resolución de los cotidianos papeleos burocráticos: recibos, pagos, bancos, seguridad social, impuestos... Quizás incluso los asuntos académicos de sus retoños, las actividades extraescolares, el llevarle al parque, el enseñarles a montar a caballo, practicar el tenis, qué se yo.... Lamentablemente Paula nunca ha sido ninguno de esos asuntos importantes que mantenían despierta la atención de Jorge. Jorge ha discutido conmigo, no con Paula. Jorge ha leido mis escritos no los de su esposa. Paula Tierra, sola incluso en los momentos en que una mujer más necesita a su esposo: en los embarazos y todo porque Jorge estaba ocupado en asuntos importantes. Paula Tierra, eternamente sola, porque al resto de sus conocidos Paula les resulta una carga en cuanto comprenden que Jorge está ocupado en la resolución de sus asuntos importantes y que Paula no es precisamente uno de ellas. Más bien todo lo contrario: el último elemento del día; ese al que se le da un beso de buenas noches antes de quedarse dormido abrazado a la almohada.Así que Paula se ha pasado todos estos años sufriendo en silencio y encerrada cada vez más en un trabajo que no le reporta ninguna satisfacción, ganando un dinero que no le proporciona ningún placer, ocupada en asuntos que para ella, lejos de ser importantes, únicamente significan un modo de olvidar la fria armonía en la que transcurre su existencia. Olvidar, en eso básicamente puede resumirse la existencia de Paula. Hasta que llega un momento en que el "olvido del ser" ya no es más tiempo posible y uno se encuentra con el "ser" dándole mazazos en el alma. Eso es justamente lo que le sucedió a Paula y lo que Jorge, en su absoluta preocupación por los asuntos importantes ha sobreseido. Jorge no ha considerado nunca a Paula como su deber (“muss”, en alemán). Ni “muss” ni musa.” Sentencia la Bruja Ciega.  “ Y así – prosigue- Paula ha ido arrastrando su ánimo sobre el polvo del camino, a veces sufriendo sus duras piedras, a veces recibiendo el veneno de los escorpiones y víboras que bajo ellas se ocultaban, han transcurrido muchos, quizás demasiados años. Sus dos hijos han ido creciendo y ella ha ido envejeciendo y Jorge no ha notado nada por la simple razón de que los asuntos importantes de Jorge han seguido siendo los mismos asuntos importantes de Jorge. Tal vez la única diferencia sea, quizás, que como ves, la salud de Jorge ya no es tan robusta como antaño y el ser débil busca en consuelo y el refugio del fuerte. La salud de Paula es de hierro pero su espíritu ha ido enfriándose con el tiempo y al enfriarse se ha resquebrajado.
La Paula equilibrada y sensata es ahora una mujer insensible partida en trozos conscientes de su insensibilidad y lo peor: de la razón de tal insensibilidad y de tal fragmentación. Tanta sabiduría es lo que la convierte en una mujer amargada. 
Paula, querida Energía Errante, es una mujer triste y solitaria que esconde su tristeza y su soledad para mantener, al menos eso, su dignidad. Y Jorge, el necio Jorge, busca ahora –después de tantos asuntos importantes- la Paula joven e inocente que le amó. No creas: Paula desearía poder darle a Jorge lo que Jorge tanto anhela y por eso te llamó. Te llamó como ese enfermo que llama al médico de urgencia cuando está agonizando y no antes. Paula marcó tu número a pesar de saber, de saberlo con la certeza de la sabiduría eterna, que es imposible que vuelva a sentir por Jorge lo que un día sintió. Lo que en estos momentos está intentado Paula es seguir viva, no importa cómo. El problema de Paula es Paula. No es a Jorge a quién tienes que salvar. Es a Paula. A la equilibrada y sensata Paula. ”

“Pero ¿y Jorge?”, pregunto.

“La vida pertenece a la vida y la muerte a la muerte. Si Jorge sana regresará a sus asuntos importantes. No inmediatamente claro: antes necesitará la atención de Paula y Paula se la ofrecerá automáticamente. Paula el robot no fallará a Jorge pero Paula persona sentirá náuseas cada vez que le tienda una mano. Paula persona ya no ama a Jorge, no con el concepto de "amor" de Paula. Ese, Energía Errante, es el verdadero problema de Paula. Y no tanto porque se le haya acabado el amor sino porque se ha cansado de ser el asunto trivial de Jorge. Se ha cansado, sencillamente se ha cansado, de no ser vista, de no ser deseada, de no ser ayudada voluntariamente por él sino de tenerle que exigir que se le ayude como si no Paula Tierra sino Paula el Tirano lo ordenara; que se la escuche sólo cuando utiliza el tono dominante y frio; Paula se ha cansado de preparar y organizar cenas de trabajo para Jorge en las que Jorge ni siquiera le da las gracias públicamente, en las que Jorge ni siquiera la presenta a los desconocidos que se despiden siendo tan desconocidos como llegaron...
El alma de Paula se desangra pero en vez de gritar como gritarías tú, Energía Errante, o en vez de volar, como volaría Carlota, se queda en su sitio: equilibrada, estática, serena. Paula morirá de pie convertida en estatua”, musita la Bruja Ciega apesadumbrada.

La Estrella de la Bruja Ciega centellea afligida mientras la Bruja Ciega me sirve un trozo de pastel de chocolate con cerezas, su especialidad.

Ambas lo comemos en silencio.

Y yo, la Energía Errante, tomo el camino de regreso triste, muy triste. No quiero volver a casa. No quiero.

La Energía Errante deambula errante por el espacio buscando desesperada una solución.

Al llegar a casa encuentra un mensaje en el contestador del teléfono. Es de Carlos, el misógino, el misántropo Carlos, que le dice que está pensando en “sentar cabeza” y embarcarse en una relación estable con una mujer.

¡Pero qué tiempos estos! ¡Qué tiempos!

Si las almas de mis amigos están así de revueltas ¡qué no estará de revolucionada el alma del mundo!

La Energía Errante

Aturdida...



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